Adiós mi querido amigo Jorge Alarcón, desde que era un niño, me indicaste como ver la vida, con inteligencia y respeto, el que siempre tuviste tanto por los tuyos, como a tanto pasajero que paso por tu oficina, sabiendo manejar, genios, caracteres, y tu bondad te llevo a ser un gran hombre, fuerza a tu familia, tus hijas, nietos, y todos aquellos que hoy nos entristece tu partida,
descansa en paz querido amigo, y más temprano que tarde nos encontraremos en el terminal celestial.
Germán Saavedra
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