El 27 de febrero del 2010 nos azotó un fuerte terremoto y posterior tsunami, el cual destruyó gran parte de nuestro pueblo. Una de las construcciones que se destruyó por completo fue el Cesfam de Curanipe. Por lo cual desde el mismo día de la emergencia hasta el día de hoy dicho Cesfam ha funcionado en dependencias de la Parroquia Santo Toribio de Curanipe. En dependencias precarias, que no son dignas para los funcionarios y menos aún para todos los que somos usuarios de dicho servicio de salud.
Desde ese día han pasado ocho años, han pasado dos presidentes de la República, y han pasado muchos alcaldes y todavía seguimos esperando la construcción de un nuevo Cesfam. ¿Hasta cuándo? No lo sé quizás alguien me pueda responder. Tal vez, la burocracia, o mejor dicho la “burrocracia”, tiene la culpa de tanta espera, ya que esta todo lo tramita y lo posterga, dejando todo para después.
Además hay que sumarle, que si exigimos responsabilidades a las autoridades frente a la demora, suelen culparse unos a otros o culpar a las antiguas autoridades.
Seguramente no encontraremos responsables de tanta demora, pero basta ya de esperar, necesitamos un nuevo Cesfam ahora ya, la gente de mi comuna y los funcionarios se merecen un lugar adecuado para ser atendidos y trabajar.
Hago un llamado a las nuevas autoridades que sea una prioridad dicho proyecto para no seguir esperando, o de otro modo tendremos que alzar la voz. Por Ángel Arellano Hernández - Licenciado en Ciencias religiosas, UCM - Magíster© en Educación, UCM
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