Fuente: “La Aurora” - Julio González Orellana - Magíster en Educación (U. C.)
¿Qué nos dice la historia sísmica de Chile?: Nos cuenta que estamos viviendo en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, en tierras y aguas de terremotos y erupciones volcánicas: Los más importantes, según Registros Históricos: 1570 (Concepción), 1575 (Valdivia), 1604 (La Serena y Arica), 1615 (Arica), 1639 (Coquimbo), 1643 (Santiago), 1650 (Arica), 1657 (Concepción), 1681 (Arica), 1690 (Santiago), 1737 (Valdivia), 1796 (Copiapó), 1801 (La Serena), 1819 (Copiapó), 1822 (Valparaíso), 1835 (Concepción), 1854 (Copiapó), 1859 (Copiapó), 1868 (Arica), 1877 (Arica); según Registros Sismográficos: 1906 (Valparaíso), 1920 (Chillán), 1934 (Arauco), 1939 (Talca y Concepción), 1949 (Talca), 1960 (Valdivia), 1965 (Illapel), 1971 (Coquimbo), 1985 (San Antonio), 1995 (Antofagasta), 2005 (Iquique), Cobquecura (2010), … ¿20…? (N.N.)… Triste y lamentable estadística; para peor dos de los cinco terremotos más fuertes de la historia del mundo, en la Escala de Richter, desde que se empezaron a registrar, han ocurrido en Chile: Valdivia (1° / 9.5) y Cobquecura (5° / 8.8).
La inmensa presión ejercidas por la Placa de Nazca y la Placa Sudamericana, se liberó, una vez más, a las 03:34 horas, del 27.02.10, empezándose a desatar la desgracia que jamás nunca había tenido el Maule. A todos nos encontró desprevenidos: los más durmiendo plácidamente y los menos desvelados con la bohemia estival. Sorpresa general, desorientación, dificultades para mantenernos en pie, búsqueda y rescate de los seres amados, fuga, ubicación de un lugar seguro, surgimiento del pánico, resignación... Supuestamente después del Terremoto venía la calma, pero esta vez no fue así, ya que sigilosamente se acercaba el agua salina sembrando la muerte y desolación… Los respetuosos y/o temerosos de las reacciones furibundas de la madre naturaleza, se alejaron hacia los cerros; los incrédulos de la amenaza que se cernía sobre sus vidas se quedaron atrás, volvieron o no partieron nunca, atrapándolos inexorablemente,… ¡detrás de las olas quedaba sólo muerte y destrucción!
Siempre ha sido imposible prevenir sobre un Terremoto; pero… ¿qué pasó con los sistemas de alerta de un posible tsunami?, ¿estaba durmiendo el personal del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y sólo esperando jubilar a los 50 años?, ¿los funcionarios de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) estaban viendo a través de sus monitores TV Cable Premium, ya que no vieron los avisos de tsunami enviados por las entidades norteamericanas National Oceanic and Atmospheric (NOAA) y la United States Geological Survey (USGS)?, ¿por qué el Ministro Velasco no ahorró un poco menos en el exterior y compró unos teléfonos satelitales?, ¿no habrá dinero para comprar un helicóptero para cada Intendencia?, ¿quién responde por la mala calidad de las carreteras y puentes nuevos caídos?, ¿el Cuerpo Militar del Trabajo, que podría despejar rápidamente los escombros, sólo está en la Carretera Austral?, ¿por qué a 72 horas no había llegado ninguna ayuda a las zonas de catástrofe de las costas del Maule, por parte de organismos y funcionarios (que se les paga hasta más allá de los 65 años), para que estén preparados para las emergencias?, ¿por qué llegaron antes los familiares desde Santiago, La Serena,…, con ayuda afectiva y material?, ¿por qué…? Clamor: Primero solidaridad con los damnificados y digna sepultura a nuestros seres queridos.
Después ¡juicio a los culpables de cuasi-delito de homicidio y abandono notable de funciones!, porque multiplicaron exponencialmente las muertes de nuestros amados coterráneos. Propuestas de soluciones que minimicen nuestras desgracias futuras: Estudiar los desastres naturales acaecidos en distintas épocas; planificar evacuaciones que respetemos; aprender de Japón; otorgar subsidios postulables para mejorar el diseño estructural de casas, colegios, empresas, monumentos, etc., que hayan sido construidos con técnicas obsoletas, respetando la NCh 433.Of96 sobre diseño sísmico de edificios; adquisición a valor comercial, por parte del Estado, de los terrenos invadidos por las aguas y demarcar una “línea de la destrucción y de la muerte”, para dejarlos libres de construcciones o que sean destinados a áreas de recreación, fáciles de cruzar y/o abandonar; preparar a la JUNAEB para entregar raciones alimenticias a niños y adultos; entregar más recursos, de todo tipo, a Carabineros y Bomberos, que son los primeros que llegan a todas las catástrofes, porque son parte de la población misma, pero que reaccionan de manera proactiva producto de su preparación, experticia y amor por lo que hacen; no construir en …
Sólo me resta transmitir, en estos aciagos momentos, que los Directivos, Socios, Colaboradores y Simpatizantes, de la ONG Federico Albert Taupp, como también de todos los Habitantes de la Provincia de Cauquenes, que expresamos nuestro más profundo sentido de pésame a todos los familiares de los fallecidos (Q.E.P.D.) en el nefasto Terremoto y posteriores Tsunamis, que han azotado a gran parte de Chile y con saña inusitada el litoral maulino, y decirles a todos los damnificados que los acompañaremos afectivamente y que juntos reconstruiremos todo lo material que se ha perdido, ya que la ausencia de algunos de sus seres queridos será eternamente irreparable.
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