La impotencia ante lo que considero una injusticia, me ha llevado a escribir estas líneas que espero sirvan además para que otras personas que estén pasando por la misma situación se decidan a denunciar.

Mi nombre es María Soledad Fernández, soy enfermera universitaria y matrona. Oriunda de Santiago, el amor me trajo a la ciudad de Cauquenes, ciudad de la que rápidamente también me enamoré por su apacibilidad y el cariño de su gente.

Al igual que a cientos de familias cauqueninas,  el terremoto del 27 de febrero dejó  nuestra casa inhabitable y estar viviendo como allegados. Pero con la ayuda de algunos familiares y amigos, hemos comenzado la tarea de la reconstrucción espiritual, familiar y soñar con la nueva casa; estamos  luchando por seguir con nuestras vidas tal como lo hace la valerosa gente de esta hermosa tierra.

Para ello, solicité algunos días (8 de abril 2010), un CERTIFICADO DE INHABITABILIDAD en Dpto. de Obras del municipio local, de tal manera de poder acceder a los diversos beneficios que otorgan las cajas de compensación, gobierno, etc.En el Depto. De Obras, me  dieron una fecha para retirarlo (15 de abril), sin embargo, grande fue mi sorpresa, cuando  acudí en la fecha indicada,(le pasé la boleta por la cancelación)  la secretaria me informó que su jefe Jenaro Bravo “no me lo iba a firmar hasta que conversáramos una cosita, nosotros sabíamos de qué se trataba”.

Yo supongo que esa “cosita” a la que Jenaro Bravo se refiere, es una dificultad que tuvo con mi cuñada, lo cual sería un problema personal que nada tiene que ver con la documentación que le estoy solicitando, y mucho menos con la función que él está obligado a realizar en su calidad de funcionario público.Esta actitud yo la considero como un abuso de poder, ya que él estaría usando su cargo para desquitarse por un asunto personal, además, me está obstaculizando arbitrariamente la realización de mis trámites, lo cual debería ser  investigado por las instancias correspondientes.

Este funcionario, debería saber que, quienes lo perdimos todo, estamos con un dolor muy grande en nuestros corazones,  y que pese a ello soñamos con un futuro mejor, para lo cual  seguimos trabajando a diario para normalizar nuestras vidas.La actitud de este funcionario, contrasta con la de muchos otros que entienden la catástrofe por la que está pasando Cauquenes, ayudando a la gente y facilitando las cosas.

Creo que así como la gente de www.cauquenino.com , está realizando esa hermosa campaña para dar un techo a muchas familias de Cauquenes, también sería importante que aquellos cauqueninos que se encuentran fuera de la ciudad y que son abogados, asistentes sociales, etc., puedan asesorarnos a todos quienes nos encontramos en situaciones similares, los cuales somos muchos, sólo que la mayoría no se atreve a alzar la voz para terminar con este tipo de abusos, porque se sabe cómo son de revanchistas este tipo de individuos, y que cualquier trámite que una quiera hacer posteriormente, sólo encontrará obstáculos y demoras.

En estos momentos, yo no puedo pagar un abogado porque todo el dinero que se reúne en la familia se destina a la reconstrucción, pero si existe algún abogado que me pueda ayudar hasta que pasemos esta difícil situación, lo agradecería enormemente, porque la actitud de este funcionario me provoca una angustia difícil de describir por la impotencia que da al ver que pasan los días y cada vez que voy a retirar mi documento, me informan que “está listo, pero, el jefe Don Jenaro, lo tiene en su escritorio para la firma”.

Me siento muy susceptible frente a esta situación, ya que si este caballero no me hace entrega de este documento, que todo chileno tenemos derecho, quedaré nuevamente sin casa, porque no tendré opción de postular al subsidio de reconstrucción por la catástrofe.

Hago también un llamado a toda la gente de Cauquenes para que denuncie todas estas situaciones, porque Cauquenes es una ciudad muy hermosa que no merece ser ensuciada por funcionarios negligentes, prepotentes y revanchistas.

Agradezco la oportunidad que dan para comunicar actos tan inhumanos como el que estoy pasando.

Enviado por Soledad Fernández Santander