Hoy una de las Radios de Cauquenes está de duelo, la familia Belmar Duran ha tenido que aceptar los designios de Dios, quién ha querido llevar a su madre a formar parte de la Gran Nación en el Paraíso.
Eugenio, lo hemos conversado estos días en que tu mamá estaba enferma y siempre de una rica conversación sacamos conclusiones, y era que cómo amigos nunca hablamos de nuestros progenitores, porque la vida es tan rápida y llena de situaciones que no somos capaces de detenernos para hablar de los nuestros, siempre se trata de hablar lo mínimo del hogar y eso es tan dañino, eso lo analizamos amigo.
Hoy al recibir el llamado fuera de Cauquenes, detuve el vehículo y me puse a pensar, fueron tantas las cosas que invadieron mi mente, que pasé al estado de ese nudo en la garganta para dejar correr mis lágrimas, al lado como siempre mi madre que no sabía lo que me estaba pasando, luego le dije: “un roble de esos apellinados ha caído y nunca supe que podría llegar a pasar porque debí haber dado la receta suya, mamá”, ella me dice: estas muy sensible, tanto te apegas a la gente que llegas a sufrir por ellos, está bien, pero la vida sigue. Vamos para que vayas a saludarlo.
Eugenio, te vi estos días llorar amigo, estabas tan preocupado de lo que venía, el vacío de esa casa comienza a sentirse y más un gran espacio en tu ser, que tendrás que saberlo ocupar con todos los valores que te entregó ella en cada acto de su vida.
Una madre jamás se va del lado de su hijo, una madre siempre deja un cordón para el recuerdo y es mas deja en sus hijos su experiencia de vida y eso es lo que hay que atesorar hoy Eugenio.
Para ti, hermanos y familia un fuerte abrazo ¡fuerza amigo! Haz de tu vida lo que tu madre te inculcó a través de los años, esa es la mejor herencia que puede recibir un hijo.
Georgina Yáñez Molina
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