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Durante la tarde del jueves 6 de noviembre, muchas personas se congregaron para
compartir en la Santa Misa y también con un Santo Rosario, la vida de Marco
Antonio Vera Moraga, fallecido en el Cajón del Maipo, que era precisamente su
pasión, la montaña.
Los saludos desde todo el país y del extranjero fueron una parte de la acogida que le brinda la
comunidad a una familia que vive esta situación hoy. Los amigos de la universidad en el campus
San Joaquín, donde Marco Antonio estudiaba Geografía, le tomaron su féretro junto a su hermano
Julio César para ingresarlo a la capilla.
Canciones, poesía y silencios marcaron la jornada de este jueves.
Sus padres y hermanos agradecieron la compañía y ayuda brindada por muchas personas para
encontrar el cuerpo de su hijo y hermano.
Como dijo su mamá en el recinto: "Volverá a su tierra de Coyhaique, un coyhaiquino patagón".
Durante las primeras horas del día viernes, sus restos fueron trasladados la ciudad de Coyhaique
para dejarlos allí descansar en paz. Un joven que, desde muy niño, viajó durante el verano a la
ciudad de Cauquenes para visitar a su abuela Adriana y sus tíos María Cristina, Juan De Dios,
Carlos y la "Nanita". Su mamá Miriam Moraga y su Papá Carlos Vera agradecen todo el apoyo
enviado y entregado de distintos lugares de Chile.
Su hermana Claudia seguirá cantando porque, como lo dijo en el velorio en el Campus San Joaquín
UC, te voy a seguir cantando hermanito querido, ya que tu seguirás vivo en mi corazón.
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