Por Eliana Segura Vega
Dedicado a Saúl Moraga Trucco sábado 14 junio 2008
Un aguijón sombrío enluta el alma
porque un ser querido; cercano, joven
se ha marchado por ignota senda irreversible
sin completar el ciclo que a lo mejor natura le ha fijado
El pensamiento abdica sus creencias
y en apelación impía reclama por justicia
y se rebela ; hasta perder la calma necesaria.
Mas , el consuelo llega resignado junto a una promesa
que talvez se inventa para aceptar designios ;
que la fragilidad humana no controla
"puede que la resurrección un día lo devuelva
y en alguna señal lo veamos reencarnado en otra vida
o quizá permita la divina providencia
que en el misterio de la eternidad soñada
podamos reencontrarnos para analizar agendas inconclusas"
Mientras tanto asediarán imágenes
en la calle compartida, volverán los gestos y palabras
que un día comulgamos en el trajín del vecindario
en esos días y esas horas que dialogaron las conciencias
y pudimos crear lazos más allá de la mirada
en el bello ejercicio de amar y amar a quienes
supieron cruzar el dintel del alma.
Hay tanto recuerdo atesorado que será amuleto
para el silencio de los momentos solitarios
Las visiones de la edad primera y su sonrisa
de placidez y convergencia hacia lo grande y lo pequeño
su oído siempre atento a escuchar ajenas confesiones
y empatizar con el otro en este mundo de crisis y problemas
El sentido humanitario que le venía en los ancestros
y que supo regalarlo amplificado y generoso
Por eso aquel adiós en la penumbra del otoño del frío camposanto
el dolor inundaba los espíritus de niños, jóvenes y viejos
y el llanto cubría tantos rostros de una familia y sus amigos.
Ya se fue y no tendremos su grata compañía
para endulzar encuentros y vaciar las cuitas
los sentires y proyectos que en la charla quedaron suspensivos
Ahora se ha quedado permanente en las cifras más altas
donde el sentimiento ordena y numera a los seres amados
como joya preciosa que se guarda; en el arca suprema.
Dedicado a Saúl Moraga Trucco sábado 14 junio 2008
{mxc}