Grandes de la música de Cauquenes “LUCHO MOYA, UNA GUITARRA INCOMPARABLE”

    Fuente: Revista MOTIVUS - Por Alejandro Morales Orellana - Profesor de estado

    Hoy entregamos el último capítulo de “Grandes de la música”, dejando un testimonio a las próximas generaciones de los hombres y mujeres que entregaron el mejor de sus esfuerzos para cantar a nuestra tierra amada, representarla en eventos locales, Regionales y Nacionales.

    El título, sin duda, era ostentoso, pero capítulo a capítulo nuestros lectores de MOTIVUS  fueron conociendo y entendiendo que nuestros artistas eran meritorios de ese título por sus trayectorias.

    Así los seguidores de este espacio, se sorprendieron con la historia de Ema Luz Bustos, Ronald Hans Furet, Heriberto “Pollo” Gaete, Sergio Díaz, Jonathan Lara y tantos otros que se destacaron en distintos rubros de la música.

    Dejé para el final a un artista que admiré por su gran talento en la guitarra. Con todo el respeto…  el abuelo de todos, el acompañante de todos…LUCHO MOYA, para quienes lo conocemos un excelente instrumentista, para los más jóvenes, una leyenda.

     

    Este virtuoso de la guitarra es nacido y bautizado en Cauquenes el 6 de Julio de 1935,  como Luis René Moya Aravena. Su familia la integraba su padre Don Jorge Audilio  Moya Espinoza,  su madre Luisa Amada Aravena Pérez, sus hermanos Elena, Jorge Edmundo, Mario Enrique, Daniel Orlando y María Inés, todos ellos ya han marchado hacía el infinito, quedando solo él, que era el hijo menor.

    Me entero de su domicilio y salgo en busca de mi personaje que vive en calle Pérez 666, muy cerca del terminal de buses  de nuestra ciudad.

    Mientras esperaba que abriera la puerta comencé hacer recuerdos de Luchito de cuando lo conocí, cuando recién llegábamos a la Población Cauquenes (1966). Todos admirábamos su preocupación personal, su caballerosidad y gentileza, su generosidad para compartir su arte con los jóvenes que se iniciaban.

    De pronto se abre la puerta y lo veo. Los años le han pasado la cuenta, se ve enfermo cansado y muy decaído. Me saluda afectuosamente y me hace entrar. “Perdona el desorden, vivo solo, acompañado de mi fiel perrito “Nerón”, el desorden es porque se me llovió la casa y se mojó todo”- me comenta.

    Nos sentamos y llega a mi memoria el estribillo de una canción, que quizás cuantas veces tocó…:
    “Tuve amores y mujeres a porfía/ fui mimado y halagado con afán/ más aquella juventud que yo tenía fue muy loca y no lo pude remediar” … Luis Moya un hombre admirado y querido en la peor de las soledades, la no deseada, la del olvido e indiferencia. Sentí vergüenza, culpa. ¿Dónde estaban los amigos? También viví lo de sentirse solo y enfermo, con la diferencia de la compañía de mi esposa que  después de su trabajo me acompañaba. Me dije mil veces…cómo no haber estado al tanto de su situación.

    “Aquí estoy esperando hasta que el Señor me quiera llevar, tratando de ser cada día mejor, aunque sé que no merezco el cielo, fui un hombre muy malo. ” ¿Porque dices eso Luchito?  –Le pregunto. ”Porque dejé botada a mi gente, mis hijos y no es justo crecer sin un padre”

    Contrajo matrimonio y de esa relación nacen 4 hijos: María Verónica (QEPD), Jorge Luis, Jeannette (QEPD) y Paula. “A ellos moriré pidiéndoles perdón”-Dice secando sus lágrimas

    Sentado al lado del hombre que todas las autoridades sentaban a su mesa y disfrutaban de su arte, como Armando Williams y su hermano, Don Silvestre Paiva y su mejor amigo de la vida, el abogado Humberto Rojas Vega “Un hombre bueno y derecho, pasábamos largas horas en tertulias donde la música y la poesía era lo más importante. Él amaba la música y en su hogar de calle Antonio varas conocí grandes exponentes de la guitarra, entre ellos a Eugenio Moglia”-

    Recuerda

    Poco a poco, con los recuerdos se empieza a iluminar y a sonreír y es el momento de llevarlo a sus recuerdos, a la vida artística de sus tiempos.

    Luchito  ¿Cómo llega a tu vida la guitarra?
    “Llega a la edad de 17 años aproximadamente. Mi hermano Jorge fue quien se  entusiasmó primero, al poco tiempo dejó tirada la guitarra. La tomé yo y desde un comienzo sin un Maestro y en forma autodidacta. Me apoyaba escuchando las canciones de esos tiempos en una vitrola.”

    "Así comencé poco a poco a conocer los acordes del instrumento y hacerla sonar en una forma agradable al oído”
    ¿Cómo eran las actividades artísticas musicales en nuestra ciudad?

    “Como en todo tiempo, se hacían muchos bailes, Tocábamos hasta altas horas de la noche, los cantantes aficionados se presentaban con temas de la época y digo aficionados porque ahora cualquier persona se considera un artista. Ahora tenemos artistas, porque muchos jóvenes han seguido la música estudiando la profesión, como mi sobrino Miguel Moya que siguió el camino de la música clásica y otros que he conocido su historia mediante la revista MOTIVUS, por eso es que para mí es un honor haber sido considerado, porque es una revista hermosa y de calidad.”

    Luchito ¿Incursionaste en el folklore local?
    “Evidentemente, una vez fui invitado por mi amigo, profesor Luis Canales a la escuela N° 1 y me pide le colabore instrumentalmente a su coro de niñas a tres voces. Lo escuché y quedé impresionado, era una maravilla escucharlo con tan bella armonía. Sé que Don Luis está muy delicado de salud…bueno… todos tenemos que llegar a eso.” Dice con tristeza.

    Integré el INSTITUTO CULTURAL GREDA (Un importante agrupación folklórica cauquenina de los años 60 y  70) recorrimos el país en Nacionales, presentando el folklore Maulino. Al poco tiempo por diferencias entre los folkloristas el Instituto se termina y un grupo Importante crea el conjunto “Villa de las Mercedes”, que desde un comienzo tú integraste, te invitamos junto a Isaac Rivas que recién se iniciaba en el canto.”

    La vida artística de Lucho Moya fue muy extensa, por lo tanto relataré dos de ellas y muchas otras las incluiremos en un libro que aglutine todos los personajes que dimos a conocer.
    “La experiencia con la cantante MAGDA RUIZ”

    En una oportunidad llega a Cauquenes la gran Cantante Chilena Magda Ruiz. Venía de una gira desde Santiago y que se extendería hasta Puerto Montt. Después de su actuación en Linares, hubo un desencuentro con sus músicos y dos de ellos regresan a la capital.

    Lo primero que hace al llegar, es preguntar si en la ciudad existía un buen guitarrista para resolver su problema. El señor que la atendió de inmediato le hace saber que en Cauquenes vivía el mejor guitarrista de la zona.

    Le invita al “Hotel Rodríguez”, le invita a almorzar y le plantea su problema. Lucho era un estudioso del instrumento, había aprendido todo el repertorio del célebre trio Mexicano “Los Panchos” y las canciones de moda de esos años.

    “Magda Ruiz era una intérprete muy famosa, para que tú me entiendas Alejandro, era una especie de Myriam Hernández de hoy”- me explica. Pasamos a un salón a ensayar y me pregunta ¿Qué canción de mi repertorio Ud. ¿Me puede acompañar? . Le contesté TODAS”

    En resumen, nuestro personaje logra convencer a la estrella musical y se presentan en el teatro Municipal ante una cerrada ovación que fue in crescendo cuando el público ve que entre los músicos estaba Lucho Moya, nada menos que siendo parte del importante recital.

    Magda Ruiz convence al guitarrista para que siga la triunfal gira hasta Puerto Montt, pagándole una apreciada suma de dinero. Le invita para que se radique en la capital para ser parte oficial de su  evento.” Le agradezco señora, yo de mi pueblo no me muevo.”

    Sin embargo, igual trabajó 20 años en Santiago para subsistir, pero en esos años jamás dejó de venir a su querida tierra. Los últimos años trabajó en la locomoción colectiva  se aleja poco a poco de su arte.
    “Heriberto Gaete, su artista preferido”

    “Heriberto Gaete es un intérprete extraordinario y una tremenda persona. En la década de los 60 integré con” El Pollo” varios proyectos musicales con bastante éxito, logrando primeros lugares en festivales de importancia como el Festival del sur de Concepción y, de esa ciudad, recuerdo una anécdota muy simpática. Participábamos un año en el mismo Festival sureño.  Al llegar al evento nos advierten que durante la actuación solo se debía interpretar dos canciones y quién transgrediera esa parte de las bases, quedaba definitivamente eliminado.

    Subimos al escenario, esa noche Heriberto cantó inspirado. Al término de la actuación el público comienza a aplaudir cada vez más y más. Nosotros ya advertidos quedamos abajo y los aplausos después de 10 minutos continuaban. De pronto la cantante Nacional Cecilia nos llama y nos pide que subamos a agradecer, para poder continuar con el espectáculo.Subimos, levantamos nuestras manos.    Agradecidos y…nos eliminaron”.

    Nuestra visita le ha alegrado de sobremanera.

    Entonces la idea es regresar cada vez que podamos y no lamentar cuando ya sea tarde. Hemos acordado una salida a comer y a escuchar valses y boleros que son de su preferencia.

    Me despido y regreso al auto, con un nudo en la garganta y a través de la ventana lo veo saludándome  con su mano. Solo espero volver recordar sus hazañas, a estar junto a “LUCHO MOYA, una guitarra nostálgica.

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