Fuente: www.cauquenesnet.com - Por: Patricio Alexis Díaz E. - Periodista y Licenciado en Comunicación Social - Editor Cauquenesnet.com
Lentes, bastones, bicicletas, bingos gratuitos con interesantes premios y hasta el sándwich más contundente parecen ser sinónimos de votos por estos días.
Es que, al parecer, la premisa es todo vale y con tal de conseguir el fin último –que es ser electos- los aspirantes al parlamento prefieren dedicarse al asistencialismo antes que explicar responsablemente en qué consisten sus funciones. Una semana resta para que nos veamos inmersos en un nuevo proceso eleccionario.
El próximo 13 de diciembre los votantes de la provincia de Cauquenes se verán enfrentados a tres cédulas, en cada una de las cuales deberá entregar un voto para marcar su preferencia para Presidente, Senador y Diputado. Aunque el acto parece fácil y mecánico, tal vez no lo es tanto, y es que las personas finalmente no conocen en qué consisten las funciones de cada cargo. Y ¿de quién es la responsabilidad?
Las respuestas pueden ser variadas; y la responsabilidad, por una parte, recae en los propios electores que no se informan y en muchos casos no demuestran interés por conocer de las funciones de los poderes ejecutivo y legislativo. Pero por otra, está la culpa de los propios aspirantes a cargos de representación popular que no enseñan a la gente en qué consisten sus funciones y se dedican a “embolinar la perdiz” con frases hechas y efectistas al estilo “candado a la puerta giratoria”, “mano dura con la delincuencia”, “Mejor educación para todos” o “vamos a vivir mejor”.
Pero si bien dichas frases algo pueden incidir, en la práctica y en el diario andar, el asistencialismo por parte de los candidatos es lo que la lleva. Es que la entrega de lentes express, bastones y bicicletas o la realización de bingos gratuitos en los que uno puede ganar variados y atractivos premios sin gastar un peso, son grito y votos.
Es que claro, prefiero votar por alguien que me regala algo material, que es tangible y que satisface una necesidad puntual, antes que marcar una preferencia por la simple promesa de mejorar el acceso a la salud, educación más equitativa o mayor protección social para las clases bajas y media. Total todos prometen lo mismo y al final en el gallito de fuerzas políticas poco se logra.
Es que son pocos los candidatos, a diputados o senadores, que educan a sus electores señalándoles que su función en el parlamento es legislar, vale decir, crear, presentar, debatir y aprobar o rechazar Proyectos de Ley, que aspiran a convertirse en Leyes y que tienen como objetivo resguardar los derechos de las personas y su convivencia en comunidad.
Pero, sabía usted que -por ejemplo- los senadores no pueden crear proyectos de Ley que impliquen un gasto para el Estado. Vale decir, no pueden crear proyectos de Ley para crear empleos, ni modificar impuestos, ni subir las remuneraciones, pensiones o jubilaciones.
Esas facultades le corresponden al Presidente de la República y a los parlamentarios les cabe analizar, discutir y aprobar o rechazar el proyecto. Que lata explicar lo anterior, mejor es hacer grandes concentraciones, traer un grupo musical que alegre la fiesta y ofrecer ricos sándwich que pueden dejar alegre y satisfecho al señor elector.
Total como acuñara el poeta romano Juvenal en el Siglo I, en su sátira X, para expresar las malas prácticas políticas… Al pueblo “Pan y Circo”.
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