Por: Patricio Alexis Díaz E. - Editor Gral. de Cauquenesnet.com
Una vez más un evento de orden cultural organizado por el municipio cauquenino está en tela de juicio. El motivo: la suspensión de una de las actividades más tradicionales de las celebraciones aniversario de la ciudad, las "267 cuecas para Cauquenes".
Una vez más un evento de orden cultural organizado por el municipio cauquenino está en tela de juicio. El motivo: la suspensión de una de las actividades más tradicionales de las celebraciones aniversario de la ciudad, las "267 cuecas para Cauquenes".
Esgrimiendo razones meteorológicas, retrasos en el programa y la amenaza de cancelación del show con "artistas de relevancia nacional", el municipio cauquenino justificó su decisión de terminar con las 267 cuecas para cuaquenes, cuando sólo se llevaba la patita 180.
La pregunta que cabe hacerse es, ¿son las razones más idóneas para justificar tal decisión?
Parece un despropósito culpar a los cuequeros porque no se cumpla un programa diseñado por el municipio. Lo correcto es que quienes organizan un evento se encarguen de que cada espectáculo comience al horario determinado y cumpla con el tiempo designado. Ahora, para que ello ocurra, es la organización, de igual forma, la que debe garantizar que se cuenta con todos los requerimientos técnicos para cumplir con lo programado.
La organización es más que redactar un papel designando horarios, la organización consiste en estar atentos desde el diseño del programa, hasta su ejecución, considerando todos los aspectos desde antes, siendo precavidos y estando preparados ante cualquier eventualidad.
La segunda razón, que justifica la suspensión de las cuecas, guarda relación con una "consulta metereológica", la que igual debió hacerse antes y no el mismo día del evento. Los informes tienen proyecciones a 5 días, por lo que es nuevamente una falla organizativa, puesto que si se hubiese visto el tiempo ante de realizar el evento, podría haberse tomado precauciones si es que llovía.
Finalmente la razón menos digna, sobre todo para los artistas locales, es decir que si no se suspendían las 267 cuecas, se arriesgaba el evento con la "cancelación del show que contaba con artistas de relevancia nacional". Frase sobre todo hiriente, teniendo en cuenta que salvo Tommy Rey -que llegó a Cauquenes gracias al aporte de una multitienda regional- el restos de los "artistas de relevancia nacional" son más bien de segundo o tercer orden.
El municipio dice asegurar que "se adoptaron todas las medidas para que esta actividad, que es una tradición, se realizara de forma exitosa, pero debido a los factores mencionados, se adoptó esta determinación". Lo que en base a lo ocurrido, queda de manifiesto que lo anterior no fue tan así.
El comunicado de la Casa Edilicia de cauquenes, finalmente en su último párrafo señala: "En ningún caso la intención de esta administración fue faltar el respeto, sólo la de cumplir con las expectativas de todos los asistentes al show preparado para el sábado 9 de mayo en la Plaza de Armas".
Lo que sí parece una falta de respeto es que el municipio cauquenino sólo ahora dé sus explicaciones, casi dos semanas después del evento, pese a que las reacciones a la suspensión del mismo, comenzaron a manifestarse el domingo 10 de mayo en la web Cauquenino.com y el lunes 11, junto con señalar que la municipalidad calificó el evento de exitoso, Cauquenesnet.com hizo eco de las aprehensiones existentes.
Este es el segundo escollo organizativo, que el municipio debe afrontar en eventos culturales masivos y el problema, no está en hacer estos eventos, sino en tener la capacidad y la sensatez de hacerlos bien. Es por lo anterior -queridos lectores- que todo apunta en que en este caso -y aunque no siempre es así- la justificación agrava la falta.
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