Por Eliana Segura VegaMi retiro de horarios, deberes, cumplimientos ha servido
sí; ha servido para cultivar recodos ignorados
y en la soledad de mis frecuentes soliloquios
iterar imágenes que pasaron por mi lado
y se hospedaron en la alcoba del cerebro
y alojaron más de un rato en mis afectos
por eso hoy busco los mensajes más hermosos
en señal que los tengo en mi recuerdo
y que son mis tesoros escondidos.
que ahora llenan los momentos ya postreros
en la valija que guarda el sentimiento
quizá ; el de más valioso contenido
el que me lleve cuando me haya ido, finalmente
a la dimensión desconocida de lo eterno.
Cada cual ocupa un espacio de acuerdo a su talento
a la gracia de su ingenio,al poder de su palabra
a su apoyo voluntario cuando estuve frágil
a su luz salvadora cuando me atraparon los abismos
a su paciencia para oir cuitas y problemas
cuando los enigmas imponían su estatura
a la nimiedad del pensamiento.
Cada cual con su voz y su figura inolvidable
revive y se proyecta ,impacta y nutre
la todavía caminata de mis pasos nómades
Mi pertenencia se sostiene en el paisaje común
donde el tiempo de lluvias ,temporales y temblores
nacimiento de aromos y hojas otoñales
ha marcado por igual las vidas nuestras
en el acontecer de la era milenaria
con su vorágine de retos y utopías.
La cofradía telúrica es un sello temporal
de carácter imborrable
una atadura que nos une al mismo cielo
una aceptación que yo he sido
y pude ser porque están ustedes.
{mxc}