Por Hugo Harrison
Con un verso retribuyo
vuestra compañía enorme
con esta foto que forme
el regalo que construyo,
encuentre el guitarrón suyo
o su cara aquí traída:
En el río de la vida
eché la red de la entrega
y a mi barca siempre llega
con más amigos henchida.
1
Nos amarra el corazón
en este suelo diverso,
tantos amigos dispersos
que quiero con devoción
en versos o una canción
fluye el alma conmovida
como esa luz encendida
que da sentido al destino,
faltan más vasos de vino
en el río de la vida.
2
Falta poder darse el tiempo
de mirar desde otros ojos
y así abrir cualquier cerrojo
de un problema o contratiempo,
cantar no es un pasatiempo
ni una norma, ni una pega,
es la barca que navega
sin el ancla del fracaso
por eso que en cada abrazo
eché la red de la entrega.
3
Jesús no tuvo ni cuna
más el hombre siempre yerra
se ciega y hace la guerra
por plata, triunfo y fortuna,
hoy se vende hasta la Luna
el amor no le sosiega
hasta que un amigo riega
de improviso en un momento
con su risa un nuevo viento
y a mi barca siempre llega.
4
Unos cantan, otros rezan
desfallecen, lloran, luchan,
otros abrazan y escuchan
y unos nunca se enderezan,
los afectos no me pesan
pero me causan heridas
que con perdón son curtidas
echando las culpas fuera
pintando mi primavera
con más amigos henchida.
Despedida:
Jesús no se hizo un palacio
y siendo un buen carpintero
le clavaron al madero
de un odio al que soy reacio.
No salió al ciberespacio
fue en un pesebre alumbrado
su Gracia nos ha encontrado
diciendo a todos nosotros:
“Que se amen unos con otros
tal como yo los he amado.”
un gran abrazo a todos en esta Navidad y en todo instante
{mxc}