Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe;
que lleve el nombre de maestra, qué Tú llevaste por la Tierra.
Dame el amor único de mí Centro Educativo;
que ni la quemadura de la belleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes.
(“La oración de la maestra. Gabriela Mistral”)
Felicidades queridos Maestros y Maestras, les desea la comunidad educativa del Centro de Formación Técnica San Agustín de Talca, sede Cauquenes.
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