Fuente: Revista MOTIVUS . Por Claudio Chamorro Peña
Duelo en el mundo de las Artes y la Cultura - A la edad de 84 años deja de existir Alejandro Peña Castro (ALPECAS)
Sin lugar a dudas el mundo literario de la Región del Maule se encuentra de duelo, dejo de existir un virtuoso caballero, que nunca se creyó poeta, sin embargo cada enlace de letras que él hacia construía maravillosas frases llenas de sabiduría y emoción, con palabras sencillas y los más importante directo al corazón.
Dejó con profunda tristeza, a su esposa, hijas, nietos, hermanos, familiares y amigos, que extrañaran su sonrisa tan característica, así como su oportuno y sabio concejo.
A continuación quisiera dejar que continuaran estas líneas, a tres importantes caballeros, que de una u otra forma conocieron y admiraron el talento de quien fuera, con orgullo, lo señalo, mi tío Alejandro Peña Castro.
Palabras de Osvaldo Waddington Carrasco
Realmente me impacto y emocionó la noticia de la inesperada muerte de Alejandro Peña Castro. Alpecas, seudónimo con el cual firmaba sus poemas, era todo un caballero, sobrio en el vestir y en el hablar, amistoso, sencillo y con sólidos principios y valores. Esposo, padre y jefe de hogar ejemplar y cariñoso.
Durante muchos años fue funcionario del servicio de Impuestos Internos y se caracterizó por ser solícito, cortés, con trato amable, aunque respetuoso, permitiendo con su actuar que los trámites que realizaban los contribuyentes fueran lo más expedito y lo menos burocrático posible.
Como poeta empezó tímidamente a mostrar su producción literaria en la prensa local, especialmente en La Voz de la Provincia.
Así los lectores tuvimos la oportunidad de ir conociendo al bate talentoso que había en Alejandro Peña. Colaboró en la revista Poetas de Chanco, que dirijo, con dos hermosos poemas, que los lectores leyeron y volvieron a leer con gran deleite. Porque la poesía de Alpecas posee la virtud de ser sencilla, con palabras cotidianas sin rebuscamiento ni metáforas complicadas, directa y de gran contenido. Su temática es variada y en ella pone su corazón y la sensibilidad de hombre bueno, amante de las cosas bellas que tiene la vida.
Alejandro Peña vivirá en el recuerdo de quienes fuimos sus lectores y de quienes a futuro irán descubriendo sus méritos de poeta y de hombre justo y ecuánime. Peña era un ciudadano Tan Chanquino Como Usted, tierra que lo vió nacer, crecer y vivir los primeros años de su mocedad y a la que él quiso realmente.
Don Alejandro Medel Vega le realizo un hermoso homenaje en vida en donde parte de su trabajo poético fue compartido con la ciudadanía, también quiso estar en este homenaje…
En tan acelerada retrospección deseo estampar algunas líneas para exteriorizar los sentimientos plenos de admiración que tuve, tengo y tendré hacia la persona de "Don Alejandro", más que nada en su faceta de hincha del Deporte en general y del fútbol en particular.
Alguna vez lo observé como dirigente de su siempre amado Club Deportivo Chanco, siendo sus ojos y oídos de él, cuando fue parte de la Asociación de Fútbol Local. Por cierto, disfrutar del orgullo de haberlo visto coronarse campeón en escenario cauquenino.
Revisando esos polvorientos ejemplares de "La Verdad" ahí está la huella de don Alejandro, actuando con esa incólume responsabilidad y seriedad como Secretario de la Asociación de Fútbol a fines de la década del 60 en el siglo XX. Y claro, ahora siento el orgullo de haber conformado el añorado Programa Deportivo de Radio Maule que caratulado "Las Tres A” que agilizan el Deporte Cauquenino (Alejandro Peña, Augusto Garrido y Alejandro Medel) marcó para mí los primeros aprontes en este tema de las comunicaciones radiales.
Año 1962, mes de junio día 30 con su seudónimo de ALPECAS, en las páginas de "La Verdad" en su Sección Literaria, orgullo cauquenino, exteriorizaba su admiración y homenaje a los héroes del mundial de aquel año en el poema "A la Selección Chilena de Fútbol": " Por los nobles y sublimes defensores del fútbol nacional, hay que alzar un sonoro ¡VIVA CHILE! y por siempre vivir en carnaval".
Algún poeta de aquellos de la Revista Trampolín dijo que los que emprenden la retirada del mundo terrenal, mueren cuando se les hecha al olvido, no cuando se hunden en el sepulcro, porque por muy profundo que sea, puede ser levantado por un pensamiento. Don Alejandro, Alpecas o Peñita, habrá de seguir viviendo en la medida que seamos capaces y consecuentes de rescatar y compartir parte de su prolífero legado que ojalá rescatemos y compartamos prontamente. Sus pensamientos y acciones no pueden ni tampoco deben morir... De sus amigos y los que lo conocimos depende que no dejemos que se muera.
Para finalizar dejare las palabras de Alejandro Morales Orellana, quien admiraba profundamente el trabajo de mi tío, y quien con profundo orgullo plasmo lo siguiente.
En la madrugada del sábado 24 de agosto, en forma imprevista, se marchó al encuentro del hacedor, Don Alejandro Peña Castro, conocido en el medio artístico local, como ALPECA. Una triste noticia para su familia, amistades y gestores culturales de Cauquenes, que siempre admiraron el arte y creatividad de su poesía.
Don Alejandro fue un ejemplo de sencillez y caballerosidad, humilde como pocos, un ser de una dimensión maravillosa que extrañaremos, especialmente, quienes seguíamos su obra por el periódico local o por www.cauquenino.com, por su ingenio y profundo respeto, especialmente, al tratar temas delicados, como la política y los malos hábitos de algunas personas.
A mediados del año pasado, a sugerencia del profesor e historiador local Alejandro Medel Vega, se organizó un homenaje a este insigne poeta, en reconocimiento a su larga y fecunda trayectoria. El evento se llevó a efecto en la sede social de la Población Cauquenes, su barrio. Y, en esa magna oportunidad, se me encomendó hacer su presentación, lo que acepté con agrado y orgullo.
El acto contó con la asistencia de sus amigos de Chanco, autoridades culturales, su esposa y vecinos en general, el periódico local “La voz de la Provincia repartió a los asistentes, un cuadernillo con sus poemas. La presentación rezaba lo siguiente:
“Presentar a Don Alejandro Peña es un privilegio, además, una gran responsabilidad, pues se trata de un poeta que en el tiempo ha cobrado una indiscutible importancia.
Se trata de una persona de bajo perfil, hogareño, amante de su esposa, hijas y nietas, llevando grabado a fuego el concepto de familia. Se desempeña durante años en el Servicio de impuestos internos y paralelamente a este serio trabajo. Supo cultivar su gusto por la poesía. Posee este poeta, un carácter bondadoso y afable y a pesar de su natural retraimiento, es un hombre extremadamente sensible, Y sin duda, por su personalidad, un hombre con una inclinación extraordinaria por la lectura, especialmente por la lírica.
La temática de su poesía es multifacética, nada que haya sido algo importante en su vida ha quedado en el olvido. Es una poesía de carácter social, didáctica. Su trabajo no aspira a mayores pretensiones, para él, escribir es algo natural su obra es única, directa, que ofrece una mayor sencillez, emoción y dolorida tristeza. Me parece increíble que obras poéticas como “Madre”,”Juventud divino tesoro”, “Conceptos de amistad”, “Chanco terruño de ensueño” otros, hayan sobrevivido por años en un viejo cuaderno, en algún rincón de su hogar y que no estén plasmadas en un libro al alcance de los educandos, quienes, sin duda, mediante su lectura recibirían todos los valores y enseñanzas que sus poemas contienen y que tanta falta hace a este desorientado mundo de hoy.
Rogamos al altísimo, entrega paz y conformidad a su familia. Don Alejandro siempre estará en nuestros recuerdos y su poesía le mantendrá vigente por siempre, agregándose a los grandes vates como María Ruiz Martínez, Gustavo Cabrera, Carlos Acuña Núñez, porque su poesía tenía una temática Provincial, había Nacido en Chanco y eligió quedarse en Cauquenes, compartiendo su corazón con ambos amores.
¡Hasta siempre poeta! ¡NO TE OLVIDAREMOS!
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