El año en que la Concertación perdió el rumbo

    Por Humberto Aqueveque Diaz, Presidente Partido Socialista Cauquenes

     

    Active ImageEn estos agitados días somos testigos de recuentos y analisis de lo que fue el año que se aleja, a la vez que nos aventuramos a profetizar lo que nos depará un nuevo año, hoy no pretendo presentar eso valientes lectores, sino dar una Opinión, que espero genere otras similares, con la sincera y previa advertencia, de la subjetividad conviccionista que carateriza e impregna este “evidente panfleto”.

     

    El año que se nos va, entre otros inolvidables hechos nos ha dejado grandes hitos y no me refiero al mundial femenino o la negociación de cargos 10 a 1 en nuestra comuna, sino hitos verdaderamente politicos como el desordenado espectro que hoy aflora, con más de una decena de pre candidatos presidenciales, algunos tan distinguidos como Leo Farkas y Dioscoro Rojas, escapismo parlamentario, la nueva discología, o un candidato capaz de mantener un equipò de futbol, un canal de televisión, empresas y hablar de intervensionismo.

    Además este año deja un nuevo proceso eleccionario, bueno en general vivimos en un país entre elecciones, me centraré en las elecciones municipales, pues a diferencia de lo que la mayoría pueda pensar, no concluyeron el día 26 de noviembre y no me refiero a concejales electos un día antes del cambio de mando, sino a los resultados de la elección que han servido de punto de partida para un análisis ulterior acerca del futuro de nuestro país. Iniciemos señalando que estas elecciones se perdierón y quien quiera creer lo contrario podrá esperar con cierta tranquilidad o conformidad, el ver como Piñera se prueba la banda presidencial el proximo año.

    Sin duda tambien el pasado proceso eleccionario remecio profundamente los cimientos de los partidos politicos, y por sobre todo los de una Concertación, cada día mas desconcertada.Hoy aquella betusta Concertación de “En la medida de lo posible” de Aylwin, parece no ser la respuesta, que guiada por nuestros padres o abuelos lucho por  recuperar la Democracia, dirigio el proceso de transicion, y consolido en nuestro país un sistema politico que nos obliga a pensar en mixturas, acuerdos y coaliciones felices, de estrategias y operaciones politicas, irregulares, poco eticas y siempre antiesteticas; ese sistema que nos instaló el “Kronjurist” de aquella lejana Junta Militar, pero que sento las bases de la Republica actual, personaje que tambien fue homenajeado este año. 

    Los resultados electorales así como cada una de las encuestas, no significan otra cosa que un serio, entendámoslo serio, llamado de atención a nuestro filas, una solicitud de propuestas, de un programa que sea capaz de reencantar a la ciudadania,  incluso antes de una definición de candidato ungido por nuestras siempre impredecibles cupulas, pues si bien la definición del abanderado presidencial es lo que  acapara más la atención mediática, no debemos perder de vista que existe un proceso de mayor trascendencia, la renovacion del proyecto o la consolidación de programa progresita, que tras veinte fructiferos años sea capaz de reencantar, una alternativa que aglutine a todas las corrientes, un espacio tambien a los fenomenos socio-politicos de nuestra sociedad,  una Concertación sin duda distinta a su natural evolución, que con los años se tecnocratizó a la vez que se despolitizó, y que afortunadamente, a pesar de las infidelidades, mantiene una mayoria relativa pero no tranquilizadora.     

    Es menester generar un proceso de reflexión, de debate y de movilización en aras de reconstruir programática y orgánicamente esta Concertación pues es obligatorio, a mi parecer, reponer un espíritu de fuerza política, social, y principalmente programática, moderna, transparente democrática, progresista y socialdemócrata, que encante a los cuadros conservacionistas y en general a ese porcentaje de chilenos que durante años sin ser base de nuestra coalición, nos han hecho responsables de sus necesidades, sueños y anhelos, con su voto mayoritario, y que quieren seguir creyendo en nosotros, pero cuidado, es claro que hoy no ganaremos una elección presidencial bajo la premisa de la “Ley del mínimo esfuerzo”, tal vez sea necesario considerar hoy si la Concertación es la coalición laica, progresista y avanzada que soñaron sus fundadores, o si definitiva se ha transformado en un elemento más de inmovilismo, que busca únicamente la perpetuación en el poder, a su vez seria bueno pensar  ya en una no menor serie de correcciones al interior del modelo dirigencial y de representantes del Gobierno, tanto local como nacional, reestructurando a la vez nuestros postulados y estrategias.     

    Por favor  no me mal interpreten no es que no me sienta orgulloso de lo realizado, sino que no me puedo sentir conforme, muchos menos me puedo hacer participe de aquellos que hablan de agotamiento; aun queda mucho por hacer, y es nuestra Concertación, la que puede y debe responder a los “problemas reales de la gente”. Es mas mis amigos debemos alejar el pesimismo de nuestras filas, primero porque les reitero debemos estar orgullosos del Chile de los Gobiernos de la Concertación, y en segundo termino por que aun es necesario alcanzar la mitad mas uno de los votos en una elección, para ser elegido presidente, y hoy la Derecha no ha conseguido sobrepasar el 40 % de la votación, en definitiva no ha capitalizado en su favor nuestras auto-derrotas; y que como Alianza sigue sin aumentar su adhesión política. Es más su candidato en campaña, por ya cinco años aun no sobrepasa dicha cifra en las encuestas y mantiene un nivel de rechazo no menor.     

    Será que muchos chilenos, como yo, no conciben el poder económico transnacional, Colo-colo y el Gobierno en las mismas únicas manos, habemos algunos que concientes que mientras el mundo da un abrupto giro hacia el progresismo, y vemos como el principal sistema económico mundial, principal causa de las desigualdades, fracasa categórica e insospechadamente en su cuna ideológica, mientras en Chile uno de los representantes mas fieles del mercado pretende guiarnos durante un año de crisis generada en el cruel mercado, y donde debilitar el Estado seria debilitar a  todos y cada de los chilenos. Quizás Piñera piense que con dinero todo se arregla (o se compra) y que no es necesario un cierto orden del discurso. ¿Cuántas veces ha prometido que sus huestes apoyarán la reforma al sistema binominal, el voto en el extranjero, el voto voluntario o una reforma seria a la educación pública y todavía seguimos esperando?.

    Está claro que, si llega a La Moneda, no escucharemos piezas de antología política como aquel  "ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica", o “Gobernar es educar”, mucho menos veremos de él propuestas de una AFP Estatal, de una educación sin lucro, o de mayores  y más dignas pensiones.      Por el contrario de concretarse mi peor pesadilla veremos llegar al gobierno a una alianza de libremercadistas y del  prehisterico pinochetismo, esa alianza de los que hacen de la codicia y de la especulación su norma de acción cotidiana, unidos al más duro conservadurismo, los que ayer fueron el sustento ideológico e intelectual de la Dictadura.      

    Amigos míos hoy nos encontramos frente a una verdadera, danza de incertidumbres, y no podemos permitirnos fracasar, no por mantener el poder o ciertos espacios o cupos de influencia, no podemos fracasar por quienes dependen y creen todavía en nosotros, no permitamos que un Estado social ya consolidado se nos escape cuando había alcanzado su definición mejor. Lo anterior y mi convicción de un quinto gobierno concertacionista, debe ser mi mensaje final, eso y desearnos una tranquila  y feliz finalización de año y un 2009 tan provechoso y fructífero como los últimos 19 años de nuestra historia, a la vez que les ruego a nuestros representantes que retomemos el rumbo.  

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