Por Humberto Aqueveque, Presidente Partido Socialista, Cauquenes
La sospecha de que el ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-70) fue asesinado por agentes de la dictadura militar se ha convertido, poco a poco, en una convicción, y el próximo jueves 22 de enero de 2009 cuando se cumplan veintisiete años de la extraña muerte del Ex Presidente de la Republica
Don Eduardo Frei M., a diferencia de otras conmemoraciones este año finalmente podamos saber la verdad acerca de su muerte, y podemos señalar con algún grado de certeza que la hipótesis de homicidio por envenenamiento en la causa de la misteriosa muerte del ex mandatario, "está establecida". Una mancha que pesara sobre nuestra Historia Republicana, al tener la certeza que uno de los Presidentes de Chile, Eduardo Frei Montalva, sufrió el mismo destino que muchos de los opositores a la dictadura de Pinochet.
Fue asesinado, seguramente para impedir que éste volviera a jugar algún importante rol en la política chilena, como lo había hecho hasta después del Golpe de Estado en nuestro país.
Hasta ahora, solo se habían reunido una serie de circunstancias poco claras que inducían a la familia Frei “a la certeza moral” de que el ex mandatario fue víctima de una manipulación para contagiarlo con algún elemento tóxico, mientras se recuperaba de una intervención quirúrgica en la Clínica Santa María en diciembre de 1981, donde ingresó el 18 de noviembre de 1981 para operarse de una hernia en el esófago que le producía una molesta esofagitis.
Hoy tras cinco años a cargo de la investigación, paso a paso, el juez Alejandro Madrid, un investigador riguroso, con dedicación exclusiva, avanza inexorablemente hacia la verdad y en las últimas semanas, el magistrado parece haber tomado las puntas de varios ovillos de una oscura trama, que podrían conducirlo a esclarecer definitivamente las circunstancias en que falleció el ex presidente de Chile, hechos como descubrir que las autopsias habían sido falsificadas tras la revisión de distintos órganos se determino que estaban mecanografiados en máquinas de escribir distintas, uno de ellos en una impresora de punto, y en 1982 el hospital de la UC no contaba con esa tecnología.
También el Juez Madrid en diciembre de 2005, pidió la cooperación forense del FBI en el análisis del cuerpo del ex presidente, tras su exhumación en el 2004,(diligencia histórica en los anales judiciales y políticos del país). Pero sin lugar a dudas la pericia determinante acerca del deceso del ex Presidente, ocurrido el 22 de enero de 1982 en la Clínica Santa María, fue aquella que concluyo que “el cuerpo de Frei Montalva absorbió, por varias vías, una mezcla de elementos de carácter venenoso”, determinando que el ex Presidente fue víctima de un asesinato y que, por lo tanto, hubo intervención de terceros.
Se sostiene que la verdad acerca de la causa de la muerte ya se encuentra establecida, lo que nos falta es completar la verdad acerca de quiénes participaron, cuestión en la que estamos -creo yo- bastante cercanos porque estamos en torno a un círculo de personas, asi lo señalo la jefa de peritos, doctora Carmen Cerda, quien estremeció los ámbitos político y de tribunales al declarar, refiriéndose a la muerte de Frei Montalva: “Hubo intervención de terceros. Le administraron un conjunto de sustancias en distintas ocasiones”.
Señalemos, para mayor información y horror de los lectores, que este tipo de acciones de no era algo nuevo para la Represión Estatal toda vez que como precedente existía ya la comprobación de la muerte -en diciembre de 1981- de reos comunes e intoxicación de miristas en la Cárcel Pública, por toxina botulínica encargada a Brasil por el Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército, ubicado en Carmen 339, un secreto de Estado guardado en muy pocas bocas. Los presos políticos del MIR -los hermanos Aguilera, Guillermo Rodríguez Morales y Adalberto Muñoz Jara-, junto a cuatro presos comunes eran víctimas de envenenamiento con la bacteria Clostridium botulinum, que fue sembrada en su comida. Seis de ellos lograron salvarse gracias a la Vicaría de la Solidaridad Dos presos comunes, Víctor Hugo Corvalán Castillo y Héctor Pacheco Díaz, murieron los días 9 y 20, víctimas de una “intoxicación aguda inespecífica”, según precisó en esa época el Servicio Médico Legal.
Personalmente me entristece esa época de nuestro país y cada pieza del proceso que se ha ventilado a la prensa me abruma, saber como todo un aparataje del Estado se dio a la tarea de acabar con la vida de quien fuera nuestra máxima autoridad y un referente político nacional e internacional, es francamente indignante. Sin embargo, no debemos olvidar la complicidad y el silencio vergonzoso que muchos DC, entre ellos el ex presidente, mantuvieron con respecto a la felonía y a la traición desatada en Chile antes, durante y después del golpe de estado, con la secreta esperanza de que los militares, luego de limpiar la patria de marxistas, llegaran a devolverle Chile a los civiles.
Es de esperar, que así como yo lo creo, la DC se haya convencido, por su propia y amarga experiencia, que los golpes de estado nunca son un buen remedio para ninguna circunstancia, y que en definitiva Chile tras conocer y aclarar su triste Historia comprenda que el proceso Democrático, con todos su errores, es la única forma aceptable en una sociedad civil moderna de llevar su cotidiano quehacer político, y que la Tolerancia y el respeto a nuestros adversarios han de guiar nuestro rumbo, con la visión clara de no volver a repetir la historia. A la vez, que al aclarar los hechos y determinar las responsabilidades, conocemos mas oscuros detalles de su aberración, los que reitero deben convencernos de apreciar y cuidar lo que hoy hemos construido como país.
HUMBERTO AQUEVEQUE DIAZ PRESIDENTE PS CAUQUENES
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