Por Eliana Segura Vega
Ayer un jirón de mar amenazado
y de montaña en jaque:
nos hizo quijotes de la causa,
voceros de la vida
en el santuario de la flora
en el frágil hábitat de los peces.
los pájaros, el aire
Nos dimos cita en ferias, trillas, calles
en los puentes, en la urbe y la metrópoli
Repartimos un tiempo innumeral
en la imagen de pancartas y volantes.
Queríamos tocar conciencias
y reclutar las voluntades
en pro de la vida en un paisaje.
Quizá nos doblegó el poder omnímodo
de los que aún ignoran
el llamado solemne de la vida
y que “ el otro” , es nuestro hermano.
mas….
Hubo espacio para mirarnos lentamente
con ese ojo que avizora lo recóndito…
con la pupila que llega más adentro
hasta encontrarnos.
Y fue hallazgo que aún nos maravilla…
nos vincula, nos envuelve
en ese tul de celestes transparencias
donde se funden afectos y caricias.
Es decir, se fraguan las presencias
de amigos misioneros
en las cruzadas filantrópicas.
Eso somos varios y nos convocan todavía
causas tan excelsas como aquellas
que permitieron conocernos
{mxc}