Cada noche , después de un día agobiador
en mi lecho azul, desnudo y en silencio.
Doy rienda suelta a mis ardientes deseos
hechizados de goces que la vida me ofrece.
Bebo el ritual mágico de la fantasía
mientras me sonríe, el aroma lozano del placer.
Con mi corazón ardiente en impaciente exaltación
deteniendo los latidos nocturnos espero, anhelante su llegada.
Soy otro hombre, un galán, un playboy
o en la realidad contemporánea un Romeo ilusionado .
Heroicamente bendigo el día en que nací
y el suave aliento del nido maternal lejano.
La sombra noctámbula dibuja su imagen sutil
aparece prendida de belleza y de palpitante entrega .
Entre el suave movimiento continuo del éxtasis
ávido recorro excitantes parajes del Paraíso de Carne .
Por Edison Marcel Salgado Galaz – Edición Poetas de Cauquenes 2011
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