Se acabó la propaganda,
ahora viene lo bueno:
el suavizar asperezas
y a aplicar el buen criterio.
Y quienes hayan ganado
con quienes hayan perdido,
ahora, a darse la mano
igual que buenos amigos.
“Cuidado con las encuestas”
lo dije - y hoy lo repito;
pues la esencia de un sondeo,
no pasa de ser un mito.
La abstención fue manifieta,
preocupante y lapidaria;
lo que, por cierto, refleja
que en el pueblo hay mucha rabia.
Mucha rabia acumulada,
mucha rabia contenida,
por tanta injusta injusticia
que con dolor asimila.
Para los que hacen política
con soberbia y prepotencia,
esta reciente elección,
que les sirva de advertencia.
Pues, al final, todo cansa
y no deja de cansar,
cuando un político olvida
que su labor es social.
Hay que captar el mensaje
y analizar lo que pasa;
pues no es posible que Chile
arriesgue su democracia.
A toda luz quiere el pueblo
por siempre ser escuchado,
y no que se armen consensos
sólo en recintos cerrados.
Asuman bien la advertencia
captada en esta elección;
con humildad se los pide
un sumiso servidor…
ALPECAS – Alejandro Peña Castro.
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