Por Carlos Asquet
Entre líneas difusas que emergen de la noche y la memoria,
logro dibujar allá arriba en el cielo aquella imagen,
aquella silueta que desembarca cada tarde aquí,
en el muelle olvidado de mi soledad.
Los barcos se alejan y los recuerdos zarpan hacia territorios donde el corazón hace leyenda,
donde la frágil y vieja tristeza parece la dulce y terrible imagen
de esta noche agónica del alma.
Las mujeres caminan hacia el norte y los viejos piden monedas hacia el sur,
las viudas van a la feria y yo me siento en una plaza a pensar en ti,
a recoger ese pedazo de recuerdo que alguna vez fue un beso
y a buscar entre las hojas del otoño esa agrietada memoria donde alguna vez,
cogí tu mano…
{mxc}