Sólo lo externo apreciamos
estando frente a un espejo;
sea grande, sea chico ,
sea joven, sea viejo,
lindo, feo, flaco, gordo,
nariz chata, o narigón,
todos, sin duda, en el fondo
queremos vernos mejor.
Quien tiene el cabello negro
Quisiera tenerlo rubio
y el hecho de no tenerlo
lo atribuye al infortunio.
Quienes tienen ojos pardos
y no celestes ni verdes,
le hacen muecas al espejo
y la confianza le pierden.
Y quien tuvo abundante pelo
y después luce pelado
se agravia con el espejo
por creer que lo ha estafado.
y así, de frente a un espejo,
que sólo muestra lo externo,
nos cuesta mucho entender
que lo real va por dentro;
Puesto que ahí, con luz propia,
nuestro espíritu inmortal
nos delata tal cual somos,
sin añadir, ni quitar.
Por tanto, dicho en conciencia,
no perdemos ningún rango
si aceptamos que el espejo
no está para hacer milagros.
…………………………..
Alejandro Peña Castro - ALPECAS
{mxc}