En su edición de sábado el diario La Tercera contó la historia de Rosita Peñaloza, la dueña de una amasandería y de Segundo Medel, propietario de un puesto de abarrotes, ambos negocios ubicados en el sector de Mariscadero en Pelluhue. Ellos sufrieron los embates del Maremoto del 27 de febrero de 2010, pero sobrevivieron, reconstruyeron y hoy cuentan su historia.
“Yo me quedé con lo puesto, el mar se llevó mi casa y mi pequeña panadería, pero al menos alcancé a arrancar. Una señora de la esquina no pudo y desapareció”, cuenta entre lágrimas Rosita Peñaloza (63, en la foto), dueña de una amasandería en el sector de El Mariscadero, Pelluhue, Séptima Región, donde fallecieron 45 personas.
“Rosita La Valiente” le dicen en el barrio, porque recibió $ 4,5 millones del gobierno, puso $ 500 mil de su bolsillo y volvió a armar su negocio en el mismo lugar, a metros de la playa. “No queda otra, si aquí están mis clientes, no me puedo ir, aunque ya no vivo en la amasandería. Dentro de poco me van a entregar una casa nueva más arriba, porque reconozco que aquí ya no puedo dormir tranquila”, dice.
El alcalde Nelson Leal sostiene que “la mayoría de las personas que vivían dentro de la zona roja se movieron a otros lugares. En Pelluhue tuvimos muchos fallecidos y quedó una sensibilidad muy especial con el tema, hay mucha conciencia de la pérdida de vidas, pero aún así, tenemos unas 30 personas que no lograron acceder a subsidios o no tenían otro terreno donde construir, y ellos, bajo su responsabilidad, siguen en sectores inundables”.
El comerciante Segundo Medel (58), por ejemplo, quien vive con una hija de 33 y un sobrino de 18, reconstruyó su negocio de abarrotes en la misma esquina donde el mar se llevó el original. “Al mar hay que tenerle respeto, pero no miedo, porque Chile entero está hecho junto a la costa, si seguimos con miedo nadie podría vivir. Yo y mi familia sabemos que al tsunami hay que ganársela trabajando”, recalca.
Fuente: La Tercera . CauquenesNet.com
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