El terremoto deja a tres orquestas juveniles del sur sin clases ni ensayos

    Fuente: La Tercera, por Rocío Valdez C. Sample Image

    Las más afectadas son las de Cauquenes y Talcahuano, que perdieron instrumentos y sedes. Ahora los municipios deben destinar los recursos a la urgente recuperación de las viviendas, por lo que el futuro de los grupos musicales es incierto. La actividad debió comenzar los primeros días de marzo, el mes en que tradicionalmente los niños y jóvenes vuelven a las distintas sedes de ensayo de las orquestas juveniles.

    En ese mes parten las audiciones y los programas de conciertos, pero el terremoto cambió todos los planes. Ciento noventa estudiantes de música de las regiones del Maule y Biobío se quedaron sin clases ni ensayos.

    Los casos más críticos son los de la Orquesta Infanto Juvenil de Cauquenes, la Orquesta Infantil Municipal de Talcahuano y la Juvenil Municipal de la misma ciudad, las cuales perdieron instrumentos y salas de ensayo.

    La Orquesta Infanto Juvenil de Cauquenes, en la región del Maule, congrega hace tres años a 50 estudiantes de entre 6 y 14 años, que acuden al Colegio Inmaculada Concepción en su tiempo libre para aprender música.

    "No queda nada. Ahora el colegio es un terreno grande no más", cuenta el secretario de la formación musical, Samuel Avila. "Para este año veo oscuro el panorama", agrega. Como los instrumentos suelen estar en poder de los estudiantes, para que practiquen, el gran problema ahora es encontrar un lugar donde ensayar en medio de una ciudad devastada. "Tenemos recursos humanos, instrumentos y ganas, pero las prioridades han cambiado y ya no contaremos con los 18 millones de pesos que la municipalidad nos da cada año para contratar a profesores de música, menos habrá dinero para arrendar un espacio nuevo", cuenta Avila.

    También resaltan el caso de Curanilahue (al sur de Concepción), cuya Orquesta Infantil debió trasladarse a un edificio antiguo sin calefacción. "Así es complicado dar clases y ensayar con niños", cuenta Claudio Pavez, subdirector del área musical de la Fundación de Orquestas Juveniles, quien viajó personalmente al sur para evaluar la situación, ya que las comunicaciones aún son complicadas en la zona.

    En Talcahuano, el edificio que arrendaba la municipalidad para su academia de música está con orden de demolición. El agua del tsunami llegó hasta este edificio del centro construido en 1928, derribando sus paredes y llevándose consigo instrumentos, computadores y partituras. Por si fuera poco, durante la ola de saqueos desaparecieron los instrumentos que estaban guardados.

    "Se llevaron hasta un piano de estudio y dejaron ahí el soporte", cuenta Paulina Díaz, directora de extensión cultural del municipio. "Todavía no hemos podido armar un calendario de actividades, ni ha habido audiciones, clases o ensayos. El alcalde quiere seguir con el proyecto, pero aún buscamos un espacio acondicionado y seguro para recibir a los 140 niños y jóvenes de la academia", cuenta Díaz.

    Este retraso de casi dos meses es significativo para formaciones musicales como la Orquesta Juvenil de Talcahuano, que lleva siete años funcionando sin interrupción y que incluso el año pasado fue invitada al Noveno Encuentro Internacional de Orquestas Juveniles, que se realizó en el Luna Park de Buenos Aires. Además, podría haber daños sociales irreparables, como cuenta desde Cauquenes Samuel Avila: "Trabajamos con jóvenes de escasos recursos y alta vulnerabilidad social.

    Si dejamos de funcionar durante un año o más, estos chicos que hoy están entusiasmados con la música, podrían caer en el alcohol y las drogas".

    En términos de ayuda, el pianista Roberto Bravo está gestionando una donación de instrumentos de parte de organizaciones alemanas y la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil dará una serie de conciertos solidarios en las zonas afectadas.

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