EL NUEVO ESCENARIO ELECTORAL

    Por Patrick Fisk - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. - Psicólogo

    Muchas caras felices se vieron en Valparaíso con los acuerdos que favorecerán el termino del sistema electoral binominal, slogans como “habrá más representatividad”, “ya no saldrán elegidos los menos votados” y “espacios para los independientes” son algunos de los clichés que nos están vendiendo como panacea, en fin, habrá más parlamentarios y si todo no cambia, mas descontento.

    No quiero que crean que me gusta el sistema binominal, por el contrario, soy de los que cree que lo más sensato sería tener un sistema unicameral, que dure 6 años y con derecho a una reelección, donde cada región se divida en tres circunscripciones, con lo cual tendríamos máximo 45 personas encargados de escribir las leyes y obligados a dialogar. Me gustaría un sistema donde el sueldo dependiera del trabajo y no de autoajustes, donde se exigiera preparación a quienes compiten, que viniera de la mano con un exhaustivo control de antecedentes. Pero eso hoy no ocurre, en cambio tenemos un sistema obsoleto, donde ser el más votado no te asegura nada, donde muchas veces a mayor gasto ensuciando las comunas se obtienen mayores posibilidades de ser elegido y lo que es más lamentable, donde muchas veces, te ves favorecido por llevar determinado apellido.

    Por eso, este cambio de sistema es favorable, porque es distinto; además presenta sino la misma, una figura similar a la de la elección de concejales, donde claramente, el abanico es más diverso. Entiendo que muchos me critiquen si no digo nada en contra del aumento en el número de parlamentarios, pero para serles franco, el congreso lo hacemos nosotros, si votamos mal o directamente protestamos no votando, no podemos alegar de las decisiones que ellos tomen, y eh aquí, tras toda esta presentación, el eje de esta columna.

    Chile es el resultado de quienes viven en él, no al revés, el sistema político, económico y social imperante, es directa consecuencia de lo que los ciudadanos hacemos o no por él. De ahí que en cada elección siempre escuche “tenemos lo que merecemos” cuando en realidad debiésemos decir “tenemos lo que votamos”.  Seguimos creyendo que el mundo se divide en izquierda y derecha, por tanto, mis opciones siempre deben seguir la idea de respetar el lugar que ocupo en esa línea. Y las directivas que guían nuestra conciencia política son tan absurdas que realmente pensamos que si somos de derecha, no puedo encontrar nada bueno de un UPeliento de izquierda y si soy de izquierda, válgame Dios (en quien no creo) si encuentro asertivas las palabras de algún momio de derecha. Cauqueninos queridos y amigos lectores de otros lugares, la política poco a poco se está abriendo a nuevos matices, ser liberal, conservador, progresista, radicalista, regionalista y porque no independiente, permite no enclaustrarse en una visión y así poder estar de acuerdo y en desacuerdo según cada uno de los temas. Sin miedo a equivocarme, esto es lo que necesita nuestro país, flexibilidad de criterios.

    Imaginemos que en la próxima elección nos preocupemos de votar solo por ecologistas, independiente de su partido, les aseguro que la proliferación de las centrales termoeléctricas terminaría. O supongamos que votamos por puras mujeres, de seguro la inversión en salud y educación superaría el gasto militar. O mejor votemos solo por abogados y probablemente nuestro sistema judicial mejoraría. O votemos por ladrones (jajaja era broma).

    Llego la hora de que analicemos cada paso que damos y dejemos de pensar que siempre el mejor representante esta en tu partido o en tu lado de la política, porque no es así.

    Ser militante consiste en reunirse con personas que comparten tu ideario y que creen que la sociedad debe dirigirse sobre un cierto paradigma, pero también es cierto que tras TODOS los partidos hay intereses escondidos, algunos de tipo económico, otros de tipo ideológico y muchas veces simplemente egos. Por eso no es de extrañar que existan rencillas internas; sin embargo, las elecciones las determinan quienes no son militantes, créanlo o no, la labor de los militantes es convencer a los no militantes de que voten por el candidato que uno desea y frecuentemente, la petición es de carácter emocional “si confías en mi, vota por él”.

    Mi sugerencia es que empiecen a informarse mejor antes de votar, si hacen un show, si entregan lápices o abanicos, si te dan una bebida en verano, acéptala, total es gratis, pero a la hora de hacer la rayita, piensa en que tiene ese político que no tiene el otro y deposita en el tu confianza, independiente de lo que digan las encuestas. Porque en este sistema electoral, capaz que tu voto llegue a puerto.

    Así que frente a toda esta parafernalia que se ha levantado, mi mensaje es uno solo, independiente del sistema electoral que exista, si cambias tu voto por una pastilla, un calendario, una banderita o un saludo tierno que ocurre una vez cada cuatro años, estas contribuyendo a que la política sea lo que es hoy.  VOTA INFORMADO, DESDE YA!

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